Hace siglos, el nivel del lago de Banyoles era mucho más alto que ahora.
En su fondo se sedimentó el carbonato cálcico del agua y se convirtió con el tiempo en las rocas calcáreas conocidas como travertinos. También fueron cayendo al agua hojas de los árboles y restos de pequeños animales. Por eso, todo el travertino está cuajado de fósiles vegetales y animales.
Al bajar el nivel del lago y asentarse los sedimentos, la enorme placa de travertino se rompió en muchos fragmentos. Entonces se formaron las grietas y las cuevas que configuran este lugar tan maravilloso conocido como Les Estunes.
Las leyendas cuentan que estas rocas son la puerta del palacio subterráneo en donde viven Les Aloges, Inmortales acuáticas de gran belleza. No podemos entrar en su morada porque cierran todos los accesos con sutiles telas que engañan a nuestros ojos.
En cualquier caso, visitar y pasear por Les Estunes es una experiencia inolvidable y una formidable lección de geología.